Misiones que cambian vidas: en la ruta del café hacia México
- Camilo Yepes
En la vida de Gentil Huerfia no estaba contemplado aún salir del país; mucho menos, llegar a México. Fue una ruta muy larga, desde su finca en la vereda Alto Sano, de Planadas, en el sur tolimense, para participar del aprendizaje en doble vía con caficultores de ese país.
Durante siete días, 25 productores del grano vinculados al proyecto Cafés especiales intercambiaron experiencias con sus pares en zona rural del estado Chiapas, en el sur del país, a manera de cierre de este proyecto ejecutado por la Universidad de Ibagué con cofinanciación de la Gobernación y el Sistema General de Regalías.
Su protagonismo fue directo, como el caso de don Gentil, quien calificó esta oportunidad como única en la vida, al ser "una alegría inmensa y para mi familia, porque ir a conocer otro país es algo que nunca imagina uno, más en las circunstancias en que hoy vivimos".
Se refería a la irrupción de la pandemia, que ocasionó la prórroga de esta estadía internacional, previamente programada para Estados Unidos, pero que fue exitosa gracias a la persistencia de los actores vinculados al proceso que inició en 2018.
(Así fue: Culmina un proyecto que llenó el Tolima de saberes y sabores)
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"A pesar de los problemas de la pandemia, ellos aprendieron experiencias no solo del cultivo sino, también, de la poscosecha y de qué manera se puede dar valor agregado", resaltó Jenny Lorena Agredo Bríñez, coordinadora administrativa y financiera del proyecto, adscrita a la Dirección de Extensión de Unibagué.
En la ruta del café
Uno de los destinos en la jornada fue la empresa Cafeología, con su oferta de saberes en calidad, comercialización y venta: una de las experiencias más valiosas de esta ruta, como lo calificó Juan Carlos Vargas, de la vereda El Jardín, en San Antonio, municipio del centro del Tolima.
"El primer día asistimos al municipio Tenejapa, en Chiapas, para visitar el Beneficio Comunitario de Sibactel y compartir con productores de café orgánico de la comunidad Tseltal. Cada momento fue valioso y nutrido de conocimiento", describió.
En esta travesía del conocimiento, se comprendió las falencias y oportunidades de mejora en los procesos implementados para producir y comercializar grano de especialidad en sus regiones. Todo este conocimiento será divulgado entre los actores de la cadena en el departamento.
Por su parte, Gentil describió que "ahora tenemos una tarea muy grande: ir a las fincas y que los demás nos visiten, para cruzar experiencias y poder mejorar la calidad de nuestro café. Para mí esto fue una familia; me da nostalgia despedirme del proyecto, pero es una familia".
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En efecto, la emotividad de esta misión se reflejó en el acto de cierre del proyecto, en un acto celebrado el pasado viernes 17 de septiembre en el centro de convenciones Alfonso López Pumarejo, y en el que se anunció, a su vez, la ejecución de una nueva fase.
Por su parte, Gentil describió que "ahora tenemos una tarea muy grande: ir a las fincas y que los demás nos visiten, para cruzar experiencias y poder mejorar la calidad de nuestro café. Para mí esto fue una familia; me da nostalgia despedirme del proyecto, pero es una familia".
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En efecto, la emotividad de esta misión se reflejó en el acto de cierre del proyecto, en un acto celebrado el pasado viernes 17 de septiembre en el centro de convenciones Alfonso López Pumarejo, y en el que se anunció, a su vez, la ejecución de una nueva fase.
Producto de estos siete días de trabajo constante con comunidades indígenas de Chiapas queda la posibilidad de "pensar en divulgar a sus asociados las formas en que pueden comercializar y generar valor agregado hasta la llegada al cliente", tal como lo resaltó la Coordinadora del Proyecto.
Así lo expuso Ever Allandi Osorio, de la vereda La Floresta, en Villahermosa: "Me queda mi admiración por esa comunidad indígena, que, alejada de la tecnología y sin apoyo del Estado, produce café de la más alta calidad. El hecho no es producir cantidad, sino calidad; por eso, tenemos que aprovechar todo lo que hemos aprendido".
De esta manera, 75 asociaciones como Altacafesan, Asotetuán, Asoprocafés La Orquídea, Coagrohermosas, Asoata, Fincas Verdes, Asprasar, Aproasanf, Café del Macizo y Café Cucuana tienen una razón más para seguir creciendo y aportando al desarrollo del Tolima, como balance esta significativa ruta.